El 26 de agosto se celebran los 80 años de la Educación Técnica en Chile; motivo para reflexionar sobre este sistema de formación. En los últimos años, existieron numerosos esfuerzos para fortalecerlo: la Estrategia Nacional de Educación TP 2018-2030 que otorga continuidad y transversalidad al esfuerzo público, la creación de CFT Estatales, y el Marco de Cualificaciones, por mencionar algunos.
Sus características implican la articulación de diferentes actores que deben aunar esfuerzos para que el sistema sea una respuesta a las necesidades territoriales de desarrollo y a los desafíos del siglo XXI. Actualmente, comunidades educativas, gremios, empresas e Instituciones de Educación Superior, pero también el sector público y la sociedad civil ya colaboran con el fin de proporcionar una formación de calidad, pertinente y actualizada. En Los Ríos, 4309 jóvenes cursan la modalidad. Contamos con redes de colaboración, articuladas a través del proyecto Red Futuro Técnico de MINEDUC, ejecutado por ONG Canales. La comunidad TP crece, los vínculos se estrechan, el trabajo es más fructífero, la reflexión más profunda, y seguimos sumando.
A pesar de estos avances, la Educación TP todavía no está valorada como la científico humanista. La matrícula regional desciende y siguen presentándose desafíos como las brechas de género en la repartición de matrícula por especialidad; el déficit de matrícula en especialidades demandadas por el mercado laboral; los niveles de deserción escolar; la todavía importante falta de equipamiento; la falta de actualización de las mallas curriculares y la necesidad de consolidar el Marco de Cualificaciones, para un sistema más unificado y flexible.
La Educación TP no sólo es esencial para el desarrollo económico, también tiene el potencial de generar mayor igualdad y es fundamental para la sustentabilidad de un país. Su matrícula representa casi el 50% de los y las jóvenes de Educación Media y concentra a los y las estudiantes más vulnerables. Para los que creemos que la educación es el camino de la emancipación, tenemos una tremenda responsabilidad en este momento histórico, para incentivar a la juventud, para permitir que encuentre su camino y pueda ayudar a construir, desde su quehacer, el futuro de su país.