Hoy, más de un año después que la pandemia nos obligara a cambiar la rutina diaria, sobre el 50% de las empresas en Chile han validado la forma de trabajar remotamente. Incluso, se estima que 1 de cada 4 organizaciones plantea continuar con esta modalidad una vez superada la crisis, lo que reafirma la idea de que el teletrabajo reconfigurará una porción de la oferta laboral y las habilidades requeridas para estas faenas.
Sin embargo, debemos considerar a un segmento importante que requiere obligadamente del factor presencial: el sector técnico profesional. Se trata de un sector que está viviendo grandes cambios y que se ha visto obligado a adaptarse a los nuevos formatos, digitalizando muchos de sus procesos.
Por otro lado, la falta de presencialidad ha afectado profundamente a los futuros técnicos en su etapa formativa. Hoy, más que nunca, existe una gran brecha entre lo que sucede en las empresas y lo que se enseña en la sala de clases. Sala que, además, este último año fue virtual.
Es por esto que en ONG Canales trabajamos herramientas que apoyen a la Educación Técnico Profesional. Mediante estrategias de vinculación, buscamos transmitir a las empresas, gremios e industrias el rol fundamental que cumplen en la formación de jóvenes para que estén más y mejor preparados.
Un ejemplo son las Semanas Formativas Virtuales. Jornadas de trabajo remoto en el que agrupamos a estudiantes de la macrozona que va de Los Ríos a Magallanes, por sus carreras y especialidades afines. A través de talleres y charlas virtuales, reciben un traspaso de habilidades técnicas y motivacionales de representantes de las propias empresas y gremios.
En la primera versión de esta actividad, conectamos a casi dos mil estudiantes con empresas de rubros como el agropecuario, mantenimiento, construcción y gastronomía, entre otros. La experiencia se repetirá en agosto con nuevas exposiciones respecto a tópicos levantados por los propios docentes de especialidad.
Además, hemos ampliado nuestro giro con la creación de una OTEC, buscando dar una respuesta más concreta a los desafíos que enfrentarán los futuros técnicos.
Creemos que podemos aportar para levantar los datos de participación laboral, cuyas cifras no logran repuntar. Para ello, debemos colaborar entre las empresas, los servicios públicos y la sociedad civil en hacer un cambio al paradigma actual de la educación y darnos cuenta que el rol de la industria es cada vez más latente en la formación de las futuras generaciones.